domingo, 15 de marzo de 2015

No podemos dejar entrar en nuestra vida a todo el mundo. A menudo solemos alejar a las personas. No es que tengamos nada en contra de ellas, simplemente lo hacemos porque tenemos miedo. Es una protección que nos hacemos para evitar sufrir. Nos protegemos de que la gente entre en nuestras vidas para, luego, terminar saliendo de ellas. Y ¿Sabes qué? Eso está bien. Alejamos a las personas que queremos, porque no queremos que nos hagan daño. Así que decidimos alejarlos. Y esa no es una decisión facil. Está bien alejarse de la gente para ver hasta qué punto son capaces de luchar por ti, aquellos que realmente te quieren en su vida, las personas más importantes de tu vida, se quedarán contigo incluso si tú no se lo quieres permitir.Y cuando llegue el momento en el que bajes tus defensas, ten por seguro que estarán esperándote con los brazos abiertos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario